G-RP2GXBF7FZ

Cuando ser productivo se convierte en una forma silenciosa de agotarse: Burnout

En un mundo donde “ser alguien” parece equivalente a estar siempre ocupado, responder mails a cualquier hora y “dar el 110%”, el agotamiento no se ve como una alerta… sino como un indicador cumplido. Pero llega un punto donde el cuerpo, la mente y el alma no lo sostienen más. A eso lo llamamos burnout.

Este artículo es una invitación a mirar de frente esta forma moderna de desgaste emocional y rediseñar la manera en que trabajamos, nos relacionamos y nos vendemos profesionalmente, sin que eso implique apagarnos por dentro.

¿Qué es el burnout (de verdad)?

Desde la psicología, el burnout es un síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal. Fue reconocido por la OMS como un fenómeno ocupacional, pero hoy se extiende mucho más allá del trabajo formal: afecta también a estudiantes, freelancers, cuidadores, emprendedores, y hasta a quienes “trabajan de cuidarse”.

Síntomas frecuentes:

  • Sensación crónica de cansancio, incluso después de descansar.
  • Cinismo o indiferencia hacia tareas antes significativas.
  • Sensación de ineficacia, improductividad y frustración.
  • Dificultades para concentrarse y descansar.
  • Aislamiento social emocional. 

¿Por qué hoy está tan presente?

Vivimos hiperinformados, hiperconectados y autoexigidos a mostrar resultados constantemente,  a “posicionarnos”, al “rendimiento constante” y “a no quedarnos atrás”.

Esto puede traducirse en una disociación entre acción y propósito. Hacemos mucho, pero con poco sentido. Corremos, pero no sabemos hacia dónde. Y eso, tarde o temprano, agota.

¿Cómo prevenirlo sin renunciar a crecer?

Ser productivo y tener ambición no está mal. El problema es cuando se convierte en una carrera infinita que consume la identidad. Aquí algunas estrategias para prevenir el burnout sin dejar de avanzar:

Redefiní tu idea de éxito

¿Querés llegar a qué, y para qué?
Éxito sin bienestar es solo acumulación. Y el cuerpo siempre pasa factura.

Agenda descanso como si fuera una reunión

El ocio no es tiempo perdido. Es recuperación activa.
Bloqueá momentos sin pantallas, con movimiento, o simplemente no haciendo nada.

Escuchá tu cuerpo antes de que grite

Dolores musculares, insomnio, irritabilidad, ansiedad: todo habla.
Tu cuerpo no es una máquina, y vos no sos un algoritmo de productividad.

Poné límites: al trabajo, a las redes, a la autoexigencia

Decir “no” también es una forma de cuidarse.
No todo es urgente. No todo merece tu energía hoy.

Hacé pausas de sentido

¿Lo que hacés te sigue resonando? ¿O solo seguís por inercia?
El coaching ontológico propone revisar tus conversaciones internas: a veces nos exigimos por una voz que ya no nos representa.

Para cerrar: productividad ≠ sacrificio

Ser eficiente no debería implicar dejar de dormir, vivir con ansiedad o desconectarte de tus vínculos. El verdadero “alto rendimiento” incluye bienestar.

Te comparto algunas recomendaciones para escuchar y “desconectar para conectar”: 

  • “Crescencia” – Episodios breves sobre bienestar, hábitos sostenibles y propósito.
  • “Entiende tu mente” – Psicología práctica para el día a día (episodios sobre burnout y descanso mental).
  • “The Mindful Kind” – Mindfulness, límites y gestión del estrés sin culpa.