G-RP2GXBF7FZ

¿Qué ves cuando me ves?

En un mercado laboral cada vez más competitivo, la pregunta ya no es solo “¿qué puedo ofrecer?”, sino “¿cómo me perciben?”. Y ahí es donde se cruzan dos mundos fascinantes: la psicología del autoconcepto y las estrategias de branding personal.

Porque sí, aunque suene a slogan de shampoo: vos también sos una marca.

Pero tranquil@: no estamos hablando de fingir ni de armar una personalidad “corporativa” de cartón. Este artículo es una guía para que aprendas a presentarte al mundo laboral como un candidato potencial constante —sin disfrazarte, sin exagerar, y sin repetir frases como “mi mayor debilidad es que soy muy perfeccionista”.

1. El primer filtro no es el CV: es la percepción

Todo proceso de selección empieza mucho antes de que abras la boca (o mandes tu currículum). Las empresas buscan señales claras: coherencia, autoconciencia y propósito. Hacete estas preguntas:

  • ¿Cómo te describís a vos mism@?
  • ¿Qué emociones generás con tu presencia, redes o lenguaje no verbal?

Tip práctico: Pedí a 3 personas que te definan en 3 palabras. Después compará eso con lo que vos decís de vos mism@. Esa brecha es tu área de branding a trabajar.

2. Definí tu propuesta de valor personal

En marketing, toda marca tiene una promesa. ¿Cuál es la tuya?

No se trata de decir “soy responsable y proactivo”, sino de conectar tus talentos con una necesidad real del mercado.

Ejemplo aburrido: “Soy licenciado en Comunicación con 5 años de experiencia.”
Ejemplo memorable: “Convierto ideas complejas en mensajes simples que venden. Y disfruto hacerlo.”

3. Aprendé a contar tu historia (con storytelling, no con trauma)

Tu recorrido laboral no es una lista de cargos: es una narrativa.

En vez de decir que “estuviste un año sin trabajar”, podés contar cómo ese tiempo te permitió redirigir tu carrera, aprender nuevas herramientas o simplemente reconectar con lo que realmente querés.

4. Tu presencia digital también habla (aunque no postees nada)

Reclutadores googlean. LinkedIn, Instagram, lo que sea: todo comunica.

Preguntate esto:

  • ¿Tu perfil de LinkedIn está actualizado y habla tu idioma actual?
  • ¿Tus redes comunican algo alineado con lo que querés proyectar?

La identidad digital es parte del autoconcepto extendido. No hace falta ser influencer, pero sí coherente.

5. Potencial no es saber todo, es mostrar cómo aprendés

Las empresas de hoy contratan por actitud y mentalidad de crecimiento. Mostrar que aprendés rápido, que pedís feedback y que podés adaptarte pesa más que una lista de diplomas.

Tip realista: En una entrevista, en vez de decir “no sé”, probá con:
“No tengo experiencia directa en eso, pero te cuento cómo resolvería un desafío así y dónde buscaría la información.”

6. Hacé que quieran volver a verte

La mejor forma de ser un candidato potencial siempre, incluso cuando no estás buscando trabajo, es cultivar vínculos humanos.

  • Comentá en publicaciones de LinkedIn.
  • Escribí artículos o posteos sobre tu área.
  • Mantené vivo tu networking (sin que parezca una venta).

Desde la psicología del marketing relacional: las personas no compran productos, compran relaciones. Y sí, eso incluye contratar gente.

¿Querés seguir aprendiendo a “venderte sin venderte”?

Debajo te comparto 3 podcasts con dosis justas de psicología, comunicación y humor para seguir construyendo tu mejor versión profesional:

  1. Entiende Tu Mente – Psicología práctica y emocional, ideal para conocerte y comunicarte mejor.
  2. The Brand You Podcast – Branding personal sin humo, con herramientas para destacar sin gritar.
  3. Cállate y Vende – Aunque es de ventas, tiene perlas de persuasión y marca personal aplicables a cualquier búsqueda laboral.

En resumen…

Cuando alguien te ve, no solo ve tu experiencia: ve cómo hablás de vos, cómo conectás, cómo aprendés, cómo resolvés.
Así que la próxima vez que te preguntes “¿Qué ven cuando me ven?”, asegurate de que lo que proyectás esté en sintonía con lo que realmente sos.

Y si no lo es… no lo fuerces: rediseñalo. Como toda buena marca, evolucionar también es parte del juego.